Reflexión # 229. Miércoles 17 de septiembre 2025

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD # 229

Pasos para realizar hoy:

Job 19

Job confía en que Dios lo justificará

1Respondió entonces Job, y dijo:
2¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma,
Y me moleréis con palabras?
3Ya me habéis vituperado diez veces;
¿No os avergonzáis de injuriarme?
4Aun siendo verdad que yo haya errado,
Sobre mí recaería mi error.
5Pero si vosotros os engrandecéis contra mí,
Y contra mí alegáis mi oprobio,
6Sabed ahora que Dios me ha derribado,
Y me ha envuelto en su red.
7He aquí, yo clamaré agravio, y no seré oído;
Daré voces, y no habrá juicio.
8Cercó de vallado mi camino, y no pasaré;
Y sobre mis veredas puso tinieblas.
9Me ha despojado de mi gloria,
Y quitado la corona de mi cabeza.
10Me arruinó por todos lados, y perezco;
Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.
11Hizo arder contra mí su furor,
Y me contó para sí entre sus enemigos.
12Vinieron sus ejércitos a una, y se atrincheraron en mí,
Y acamparon en derredor de mi tienda.
13Hizo alejar de mí a mis hermanos,
Y mis conocidos como extraños se apartaron de mí.
14Mis parientes se detuvieron,
Y mis conocidos se olvidaron de mí.
15Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño;
Forastero fui yo a sus ojos.
16Llamé a mi siervo, y no respondió;
De mi propia boca le suplicaba.
17Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer,
Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
18Aun los muchachos me menospreciaron;
Al levantarme, hablaban contra mí.
19Todos mis íntimos amigos me aborrecieron,
Y los que yo amaba se volvieron contra mí.
20Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos,
Y he escapado con sólo la piel de mis dientes.
21¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí!
Porque la mano de Dios me ha tocado.
22¿Por qué me perseguís como Dios,
Y ni aun de mi carne os saciáis?
23¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas!
¡Quién diese que se escribiesen en un libro;
24Que con cincel de hierro y con plomo
Fuesen esculpidas en piedra para siempre!
25Yo sé que mi Redentor vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
26Y después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
27Al cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
28Mas debierais decir:
¿Por qué le perseguimos?
Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
29Temed vosotros delante de la espada;
Porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias,
Para que sepáis que hay un juicio.

Job 19

Job confía en que Dios lo justificará

1Respondió entonces Job, y dijo:
2¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma,
Y me moleréis con palabras?
3Ya me habéis vituperado diez veces;
¿No os avergonzáis de injuriarme?
4Aun siendo verdad que yo haya errado,
Sobre mí recaería mi error.
5Pero si vosotros os engrandecéis contra mí,
Y contra mí alegáis mi oprobio,
6Sabed ahora que Dios me ha derribado,
Y me ha envuelto en su red.
7He aquí, yo clamaré agravio, y no seré oído;
Daré voces, y no habrá juicio.
8Cercó de vallado mi camino, y no pasaré;
Y sobre mis veredas puso tinieblas.
9Me ha despojado de mi gloria,
Y quitado la corona de mi cabeza.
10Me arruinó por todos lados, y perezco;
Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.
11Hizo arder contra mí su furor,
Y me contó para sí entre sus enemigos.
12Vinieron sus ejércitos a una, y se atrincheraron en mí,
Y acamparon en derredor de mi tienda.
13Hizo alejar de mí a mis hermanos,
Y mis conocidos como extraños se apartaron de mí.
14Mis parientes se detuvieron,
Y mis conocidos se olvidaron de mí.
15Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño;
Forastero fui yo a sus ojos.
16Llamé a mi siervo, y no respondió;
De mi propia boca le suplicaba.
17Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer,
Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
18Aun los muchachos me menospreciaron;
Al levantarme, hablaban contra mí.
19Todos mis íntimos amigos me aborrecieron,
Y los que yo amaba se volvieron contra mí.
20Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos,
Y he escapado con sólo la piel de mis dientes.
21¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí!
Porque la mano de Dios me ha tocado.
22¿Por qué me perseguís como Dios,
Y ni aun de mi carne os saciáis?
23¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas!
¡Quién diese que se escribiesen en un libro;
24Que con cincel de hierro y con plomo
Fuesen esculpidas en piedra para siempre!
25Yo sé que mi Redentor vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
26Y después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
27Al cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
28Mas debierais decir:
¿Por qué le perseguimos?
Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
29Temed vosotros delante de la espada;
Porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias,
Para que sepáis que hay un juicio.

Job 19

Job confía en que Dios lo justificará

1Respondió entonces Job, y dijo:
2¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma,
Y me moleréis con palabras?
3Ya me habéis vituperado diez veces;
¿No os avergonzáis de injuriarme?
4Aun siendo verdad que yo haya errado,
Sobre mí recaería mi error.
5Pero si vosotros os engrandecéis contra mí,
Y contra mí alegáis mi oprobio,
6Sabed ahora que Dios me ha derribado,
Y me ha envuelto en su red.
7He aquí, yo clamaré agravio, y no seré oído;
Daré voces, y no habrá juicio.
8Cercó de vallado mi camino, y no pasaré;
Y sobre mis veredas puso tinieblas.
9Me ha despojado de mi gloria,
Y quitado la corona de mi cabeza.
10Me arruinó por todos lados, y perezco;
Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.
11Hizo arder contra mí su furor,
Y me contó para sí entre sus enemigos.
12Vinieron sus ejércitos a una, y se atrincheraron en mí,
Y acamparon en derredor de mi tienda.
13Hizo alejar de mí a mis hermanos,
Y mis conocidos como extraños se apartaron de mí.
14Mis parientes se detuvieron,
Y mis conocidos se olvidaron de mí.
15Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño;
Forastero fui yo a sus ojos.
16Llamé a mi siervo, y no respondió;
De mi propia boca le suplicaba.
17Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer,
Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
18Aun los muchachos me menospreciaron;
Al levantarme, hablaban contra mí.
19Todos mis íntimos amigos me aborrecieron,
Y los que yo amaba se volvieron contra mí.
20Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos,
Y he escapado con sólo la piel de mis dientes.
21¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí!
Porque la mano de Dios me ha tocado.
22¿Por qué me perseguís como Dios,
Y ni aun de mi carne os saciáis?
23¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas!
¡Quién diese que se escribiesen en un libro;
24Que con cincel de hierro y con plomo
Fuesen esculpidas en piedra para siempre!
25Yo sé que mi Redentor vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
26Y después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
27Al cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
28Mas debierais decir:
¿Por qué le perseguimos?
Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
29Temed vosotros delante de la espada;
Porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias,
Para que sepáis que hay un juicio.

1) Lee y escucha: | Jueces 18
¿Por qué Dios prueba a la gente? Reflexiones desde la Biblia

Entendiendo las pruebas Divinas

En la vida de cada creyente, la pregunta sobre por qué Dios prueba a la gente surge con bastante frecuencia. A través de la Biblia, encontramos múltiples ejemplos que ilustran cómo estas pruebas son fundamentales para el crecimiento espiritual. Dios utiliza estas experiencias para evaluar la lealtad y la confianza de sus seguidores dentro del pacto sagrado que han establecido con Él.

Las pruebas como herramienta de transformación

A menudo, las pruebas son difíciles y desafiantes, sin embargo, representan una oportunidad crítica para que el pueblo de Dios se transforme. Como se menciona en varios pasajes bíblicos, los momentos de dificultad permiten a los creyentes fortalecer su fe y desarrollarse en su carácter. Pasar por estas pruebas, aunque doloroso, puede llevar a una espiritualidad más profunda y a una relacionalidad más fuerte con Dios.

El propósito detrás de las pruebas

La razón detrás de por qué Dios prueba a la gente puede ser vista desde diferentes perspectivas. Principalmente, estas pruebas son diseñadas para purificar y preparar a los creyentes para el propósito Divino en sus vidas. Además, ayudan a los seguidores de Cristo a identificar lo que realmente valoran en su camino de fe. En resumen, aunque las pruebas no son agradables, cumplen un papel esencial en el desarrollo espiritual, demostrando que la resistencia puede llevar a la glorificación de Dios y a una mejor comprensión de su voluntad.

2) Lee y escucha: | Salmos 140
Video
Explorando el Libro de Salmos: Poesía y Espiritualidad en la Biblia

Una Colección Poética

El libro de Salmos se destaca como la mayor colección de poesía en la Biblia. Con sus rítmicas versículos, ofrece un entorno donde cada palabra resuena con la vida y las emociones humanas. Desde la celebración hasta la lamentación, los Salmos abarcan el espectro completo de la experiencia humana.

Diseño y Estructura

A lo largo de sus 150 capítulos, el libro de Salmos está cuidadosamente diseñado para ser leído de principio a fin. Su estructura poética invita a los lectores a sumergirse en sus profundidades, descubrir nuevos significados y conectar con Dios a través de cada poema. Esta forma literaria proporciona un acceso único a la narrativa bíblica, permitiendo explorar temas universales de fe y devoción.

Temas Centrales de los Salmos

En este video, exploraremos los temas principales que se encuentran en el libro de Salmos. Desde la alabanza a Dios hasta las súplicas por ayuda, los Salmos son una invitación a un templo literario. Aquí, cada lector puede reunirse con Dios y escuchar la historia bíblica completa en forma poética. Los Salmos no solo son un refugio espiritual, sino también una guía para navegar las complejidades de la vida con fe y fortaleza.

3) Ver el siguiente video: La Degeneración del Liderazgo en el Libro de Jeremías

La Poesía y las Imágenes de los Profetas

Los libros de los profetas del Antiguo Testamento son obras ricas en poesía densa y potentes imágenes. Desde sus vibrantes descripciones hasta su mensaje profundo, estos textos ofrecen un vistazo a la complejidad de la fe y la cultura en tiempos antiguos del pueblo de Israel. Si has intentado leerlos, es probable que hayas sentido una mezcla de asombro y confusión por la intensidad de sus metáforas y simbolismos.

La Contribución a la Historia de la Biblia

Los profetas no solo eran portadores de mensajes Divinos, sino que también desempeñaron roles cruciales en la historia de la Biblia. Estos relatos no solo hablan de eventos históricos, sino que también brindan una continuidad narrativa esencial para entender la relación entre Dios y su pueblo. Aprender a leer estos textos con atención puede abrir nuevas perspectivas sobre la historia bíblica y el contexto cultural en el que fueron escritos.

Por Qué Es Importante Leerlos con Atención

La riqueza literaria y espiritual de los libros de los profetas merece una atención especial. Al dedicar tiempo para desentrañar sus significados, no solo profundizamos en nuestro conocimiento de la Escritura sagrada, sino que también podemos aplicar sus lecciones a nuestra vida actual. Estos libros nos hablan de justicia, fe y el poder del amor Divino, invitándonos a reflexionar sobre nuestras propias acciones y creencias.

3). Lee y escucha: | Salmos 16
4). Lee y escucha: | Jeremías 37
Síntesis del Video: Resumen del libro de Números

 

Introducción al libro de Números

El libro de Números es una de las obras más fascinantes del Antiguo Testamento. A través de su narrativa, seguimos a los israelitas en su travesía por el desierto hacia la tierra prometida, la cual fue prometida a Abraham. Este libro destaca no solo por su contenido histórico, sino también por su diseño literario y su flujo de pensamiento, que nos invita a reflexionar sobre temas profundos como la rebelión y la misericordia.

El diseño literario

Una de las características más notables del libro de Números es su estructura narrativa. Se presenta de manera que permite al lector comprender las diversas etapas del viaje de Israel. A medida que los israelitas enfrentan desafíos y pruebas, la repetida rebelión del pueblo es contrastada con la justicia y la misericordia de Dios. Este equilibrio es crucial para entender el mensaje que el autor desea transmitir a su audiencia.

Rebelión y justicia Divina

La historia narra cómo, a pesar de las constantes desobediencias y quejas de los israelitas, Dios muestra compasión y misericordia hacia su pueblo. Este aspecto refleja la profundización de la relación entre Dios y su pueblo, donde la justicia no es solo un castigo, sino una oportunidad para aprender y crecer. El libro de Números, por lo tanto, no solo documenta un viaje físico, sino también un viaje espiritual hacia la redención.

 

La Degeneración del Liderazgo en el Libro de Jeremías

«¿Por qué, Señor, ¿te mantienes distante?  ¿Por qué te escondes en momentos de angustia? Con arrogancia persigue el malvado al indefenso, pero se enredará en sus propias artimañas. El malvado hace alarde de su propia codicia; alaba al ambicioso y menosprecia al Señor. El malvado va con la cabeza levantada, y no da lugar a Dios en sus pensamientos» (Salmos 10:1-4).

 

Un Contexto Histórico Crucial

La caída del Reino del Sur, también conocido como Reino de Judá, ante Babilonia se produjo como resultado de una serie de acontecimientos históricos. Después del reinado de varios reyes corruptos e idólatras en Judá, el pueblo se apartó de los mandamientos de Dios y adoptó prácticas paganas.

En el año 605 antes de Cristo, el rey Nabucodonosor segundo de Babilonia invadió Judá por primera vez e impuso su dominio sobre el reino. El rey Joacim se convirtió en vasallo de Nabucodonosor, pero esto duró poco tiempo, ya que Joacim se rebeló contra el dominio babilónico.

En el año 597 antes de Cristo, Babilonia volvió a invadir y deportó a gran parte de la élite judía, incluido el propio Joacim, a Babilonia.

 

El último rey de Judá, Sedequías, también se rebeló contra Babilonia, lo que resultó en un asedio de Jerusalén en el año 587 antes de Cristo.

 

Un Títere Llamado Sedequías

El libro de Jeremías nunca deja de sorprendernos; su cronología es tan desordenada que podríamos pensar que fue escrito por un grupo de adolescentes con un montón de cafés y una noche sin dormir. Pasamos del reinado de Joacim al de Sedequías como si estuviésemos viendo la más caótica de las telenovelas.

Las Estrategias Dantescas de un Rey Desesperado

Aquí conocimos a Sedequías, un rey que más parece un títere que un monarca legítimo, instalado por Babilonia tras la deportación de Jeconías, que se fue con las maletas llenas, y jamás regresó. Ahora, en el año 589-588, nos encontramos en medio de un asedio, donde la única estrategia que se le ocurre a Sedequías es llamar a Jeremías, porque, claro, ¿quién mejor que un profeta para resolver sus problemas de liderazgo?

La Ironía de la Pasividad y la Crueldad

El profeta, ofrece un mensaje que no es precisamente lo que Sedequías quiso oír: “¡Los babilonios regresarán y destruirán la ciudad!”. Pero ¿quién puede culparlo? En este punto, la brutalidad de los funcionarios se intensifica. Acusan a Jeremías de deserción, porque claro, eso es lo que siempre hace un tipo con una visión profética. ¿Cómo puede uno jugar con las expectativas de un hombre enfrentando apuros sin repercusiones?

Así que, aquí nos queda una lección crucial: en cada jerarquía, desde un reino hasta una iglesia, siempre hay una mezcla de liderazgo débil y subordinados más patéticos aún. El malvado se pasea con indiferencia y no hay espacio para Dios. ¿Qué enseña esto? Tal vez, que, aunque se mires desde la distancia, siempre hay maneras de hacer las cosas… bien o mal.

 

Amigo/as, ¡Feliz y bendecida lectura de la Palabra y, además, feliz noche!

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